Entre volcanes, lagunas y pueblos mágicos, los Andes ecuatorianos te invita a caminar por calles empedradas, saborear hornado con ají y abrigarte con paisajes andinos. Es cultura viva, tradición que abraza y naturaleza imponente que te hace respirar profundo y sonreír siempre.

Cotopaxi​

El guardián de los Andes.
Imponente, perfecto e inmaculado.Este volcán activo parece sacado de un sueño blanco. A sus pies, la naturaleza fluye en lagunas, páramos y caballos salvajes, mientras su cumbre desafía a los aventureros y cautiva a los soñadores.
Porque Cotopaxi no solo se escala… se siente.

Quito

Entre colosos de fuego y nubes, Quito se alza con alma colonial y corazón moderno. Sus calles empedradas susurran secretos de siglos, mientras el sol ilumina iglesias doradas y plazas vivas. Aquí, cada rincón es una postal… y cada paso, una historia por descubrir.

Pujilí

Donde el color cobra vida
Entre cerros sagrados y cielos despejados, Pujilí vibra con tradiciones que no se olvidan. Su gente borda la identidad en trajes, danzas y cerámicas que cuentan historias sin palabras. Es un rincón del Ecuador donde la cultura baila, el arte respira y cada fiesta parece un arcoíris multicultural. 

Ingapirca

Resguardado por montañas y neblina, se alza el complejo arqueológico más grande del Ecuador. Ingapirca no solo es piedra… es testimonio, es calendario, es brújula, es herencia. Cada muro encaja con precisión celestial y cada rincón guarda el misterio de una civilización que miraba al cielo para entender la tierra.

Cuenca

Donde el tiempo camina despacio y la belleza nunca se va.
Entre calles adoquinadas y balcones floridos, Cuenca es un suspiro colonial con alma artística. Cuna de poetas, ciudad de cúpulas azules y sabores que abrazan. Aquí, cada rincón parece pintado con calma y cada río murmura historias que no querrás dejar de escuchar.

El Cajas

El laberinto de niebla y lagunas.
A más de 3.000 m.s.n.m, donde las nubes caminan contigo, existe un mundo mágico de espejos de agua y páramos infinitos. El Cajas no solo se recuerda… se descubre, entre silencio, viento y paisajes que parecen sacados de otro planeta.

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